Como sabemos, el proceso de entrenamiento está regido por una serie de leyes o principios los cuáles debemos tener en cuenta para que dicho proceso sea lo más óptimo posible. Y uno de estos principios es el principio de variedad.
Muchas veces no se le da importancia a contenidos complementarios del entrenamiento, como en este caso, el entrenamiento del núcleo (CORE) o región lumbo-pélvica. Pero, ¿por qué debemos dedicar tiempo de nuestra sesión de entrenamiento a esta musculatura?
En la primera parte de este artículo, vimos las diferentes teorías que explicarían qué es y por qué se produce el dolor abdominal transitorio, comúnmente llamado flato. Pero, ¿sabes cómo prevenirlo, hacerlo desaparecer o al menos aliviar sus síntomas? En esta segunda parte te presentamosalgunas recomendaciones prácticas para paliarlo.
En primer lugar, definiríamos el dolor abdominal transitorio (DAT), habitualmente llamado “flato”, como “dolor agudo y punzante localizado en el área abdominal, generalmente lateral”.
En esta primera parte, te explicamos las teorías que justifican y sustentan las causas que desembocan en la aparición del DAT.
En esta entrada presentamos una manera sencilla de orientarnos a la hora de controlar nuestro gasto calórico. Lo hacemos a través de los METs.
Una actividad que es equivalente al gasto metabólico basal (MB) expresado por minuto será equivalente a 1 MET o unidad de metabolismo basal. Asimismo, una actividad que implique un gasto equivalente a 6 veces el MB, corresponderá a 6 METs. Para realizar este cálculo solamente se requiere emplear la ecuación correspondiente de MB que implica el gasto existente en un período de 24 horas. Si esta cifra se divide por los 1440 min del día, se obtiene el MB por min.