ASPECTOS QUE MODIFICAN LA ESTRATEGIA DE 'PACING' EN TRAIL RUNNING
El pacing –o estrategia de distribución del esfuerzo– en el trail running supone una toma de decisiones compleja y dinámica en la que convergen la fisiología propia, las condiciones del recorrido, el comportamiento de los demás corredores y los objetivos personales. En el trail el terreno, la altitud, la duración, las condiciones tácticas... hacen que el pacing se convierta en un aspecto importante cuando se busca rendimiento.
A continuación, exploramos los factores que condicionan la elección del pacing en trail running, y cómo se interrelacionan:
1. Objetivo de tiempo vs. objetivo de posición
El primer paso es identificar cuál es el objetivo principal: ¿buscar un tiempo determinado o una posición concreta? Aunque ambos pueden ir de la mano, no siempre es así. Si se persigue una marca personal, el foco estará en respetar ritmos basados en la fisiología individual. En cambio, si el objetivo es competir por una posición, puede ser necesario responder a los movimientos de otros corredores o tener algún 'as en la magna' según las circunstancias.
2. Masa de corredores y nivel de competición
En carreras con un gran número de participantes, especialmente en la élite, el componente táctico cobra relevancia. En estos entornos, el ritmo se ve influido por el grupo, los posibles "tapones" iniciales, o la necesidad de posicionarse bien desde el comienzo. Cuanta más densidad y nivel haya, más se parecen estas carreras a una partida de ajedrez donde cada movimiento cuenta.
3. Nivel deportivo
A mayor nivel, más importante se vuelve la lucha por posición. Un corredor popular puede correr “a su ritmo” para maximizar el tiempo en una prueba, pero un corredor de élite debe ajustar su estrategia a los movimientos del resto si quiere competir por puestos de podio o de clasificación.
4. Asunción de riesgos: voluntad, capacidad o necesidad
El pacing también depende de cuánto estás dispuesto a arriesgar. Un atleta que busca consolidarse puede ser más conservador; uno que “no tiene nada que perder” puede jugársela desde el principio. Aquí entra en juego la experiencia, la gestión emocional y la lectura de carrera.
5. Duración de la prueba
Cuanto más larga sea la carrera, más sentido tiene guiarse por la fisiología propia. En pruebas de ultra distancia, los errores de pacing al principio pueden pagarse muy caro. Aquí, la eficiencia energética, el conocimiento del propio cuerpo y la disciplina mental pueden marcar la diferencia.
6. Recorrido
El perfil del recorrido es determinante: fuertes subidas, bajadas técnicas o tramos con riesgo de embudo pueden obligar a acelerar o frenar. En carreras con salida estrecha o senderos tempranos, una mala posición al inicio puede hacerte perder minutos preciosos; aunque condicionarlo todo a eso puede hacerte desgastar demasiado.
7. Fortalezas y debilidades individuales
Un buen pacing se basa en conocer bien las propias virtudes y limitaciones: ¿eres más fuerte subiendo? ¿Te defiendes mejor en bajadas técnicas? ¿Gestionas bien las largas distancias? Ajustar el ritmo en función de estos factores es clave para sacar el máximo rendimiento.
8. Confianza y seguridad en uno mismo y en el plan
Finalmente, tener una estrategia clara y confiar en ella es vital. Cuanto más sólida sea la planificación y mayor la confianza en ella, menos impacto tendrán los movimientos ajenos. La seguridad permite tomar decisiones firmes sin dejarse arrastrar por impulsos o el ritmo del grupo.
En definitiva, el pacing en trail running no es una fórmula única ni estática. Depende de una multiplicidad de factores que interactúan entre sí. Un corredor experimentado sabrá cuándo seguir su plan, cuándo adaptarse y cuándo tomar decisiones valientes. El equilibrio entre cabeza, corazón y piernas define al verdadero 'estratega de montaña'.
Seguramente, un pacing negativo (de menos a más) o constante (intensidad regular en toda la prueba) sea lo más propicio en disciplinas de resistencia cuando se quiere obtener el menor tiempo (mayor rendimiento) en competición. No obstante, salvo en pruebas tipo 'reto' (p.e. hacer el récord en subir a X pico) o en pruebas cronometradas (p.e. algunos KV) no se corre contra el tiempo. Incluso en pruebas de tipo cronometradas siempre existe cierto factor táctico puesto que se sale cada X segundos (p.e. cada 30''), por lo que siempre hay objetivo de calibrar la intensidad para tratar de adelantar y no ser adelantad/a. En pruebas en línea (>90-95% de pruebas de trail) se corre con otra gente y con la el factor recorrido/ambiente. Por tanto, la táctica debe ser acorde a eso y, probablemente por eso, los pacings en trail no suelen ser negativos o constantes. Y no es que sea malo como tal, si no que alguien no corre solo y lo que hacen los demás condiciona lo que tú haces. Y eso hay que tenerlo en cuenta. Por ejemplo, alguien tiene que estar muy seguro se uno mismo para no pasar en el top 10 en el primer punto de control si su objetivo es ganar la carrera; en cambio, alguien más inseguro (o simplemente con otro perfil o estilo de afrontar las carreras) puede 'necesitar' pasar primero/a por ese punto para no sentirse 'fuera' de carrera.
Por tanto, el pacing tiene que ser meditado y entrenado para encontrar ese equilibrio entre correr atendiendo a la 'fisiología propia' (buscar el mejor tiempo posible) y correr más 'tácticamente' (buscar la mejor posición posible). En definitiva, los entrenadores, por nuestra parte, buscamos manejar datos objetivos para 'calibrar' los subjetivos y que a su vez el o la atleta los utilice en carrera. Es decir, dar herramientas para que el corredor y corredora participen y 'lean' cada vez mejor cada competición.